Crear Poder Popular en los centros de estudio, necesidad de todo estudiante.

miércoles, 3 de abril de 2013

Si bien a primera vista pudiera parecer que la precaria situación laboral no afecta al estudiante, es imposible desviar la mirada del drama social que nos asola, aún con lo que supone la propaganda burguesa, que constantemente nos asedia en nuestro día a día. No pueden pasar desapercibidas las distintas medidas y reformas que se han ido llevando a cabo en el sistema educativo, esgrimiendo para su aplicación argumentos y justificaciones de evidente falsedad.

Prueba de ello son las constantes modificaciones del sistema educativo y, en concreto, la subida de las tasas universitarias que ha reducido hasta un 22% el número de matriculados en la UAM, además de la drástica reducción de becas para estudiantes, en concreto de las Séneca, eliminadas para el curso 2013/2014, mientras que las ayudas destinadas a centros privados se han mantenido (y aumentado). Existen, además, un sinfín de reformas complementarias a las anteriores, que han provocado, de igual modo, el constante deterioro de la calidad educativa en los centros públicos, como el reciente plan de estudios de Bolonia, con el objetivo de adaptar a los estudiantes a las necesidades del sistema de producción capitalista, formando una mano de obra barata no cualificada, condenada a la pobreza y a la dominación absoluta por parte del empresario.

Estas reformas mencionadas provienen no de un gobierno en concreto, sino que son impuestas por el sistema capitalista en sí, en el que la burguesía -dueños de los medios de producción- reprime y abusa sin escrúpulos del obrero y, en consecuencia, de los estudiantes. Es por ello que la burguesía desmantela impunemente lo público, además de destruir los pocos derechos del trabajador, como los convenios colectivos, o no remunerar las horas extraordinarias (más del 54% de estas horas no son retribuidas), todo ello con el único objetivo de incrementar sus beneficios, argumentando austeridad o supuestos gastos excesivos en el sector público, mientras continúan explotando abiertamente a los trabajadores, obteniendo ganancias mayores y descaradas en plena crisis económica.

Desvincular la lucha estudiantil de la lucha obrera contra su verdadero enemigo, el capitalismo y la burguesía, conduce a que, en la práctica, los sindicatos, movimientos estudiantiles y obreros fracasen, pues son movimientos cuyo fin es reformar el sistema actual, esperando volver a un supuesto bienestar en el que existían unos derechos que, sin embargo, jamás fueron garantizados. De este modo, sus luchas contra un gobierno u otro, o una u otra reforma, no han tenido éxito. Especial ejemplo de ello son las masivas movilizaciones por huelga dirigidas por UGT y CCOO, conducidas por ellos al antojo de los capitalistas, eliminando cualquier carácter de clase en los mismos, hecho que explica el por qué no han logrado ninguno de los objetivos propugnados, pero que sin embargo han provocado un sentimiento de impotencia y malestar en muchos de ellos, facilitando a la burguesía arremeter de nuevo impunemente contra la clase obrera.

Producto de lo explicado con anterioridad, nos encontramos un sistema capitalista que oprime y explota al obrero, robándole el fruto de su trabajo para el enriquecimiento único del patrón, del empresario. Estos hechos generan una enorme contradicción en el seno de su eje central: el carácter social y colectivo de la producción y su forma privada en cuanto a los medios de producción, los cuales se encuentran en manos de la burguesía. Éste que señalamos, es el pilar fundamental sobre el que se sustenta la lucha de clases entre la clase obrera, explotados y desposeídos, y la burguesía, explotadores y poseedores.
Este hecho no le es extraño al estudiante, debido a su futura incorporación en el llamado “mercado laboral”, por lo que las luchas de los trabajadores deben ser las luchas de los estudiantes, y viceversa. Ambos colectivos pertenecen a la misma clase oprimida y por tanto están sujetos a las mismas contradicciones y los mismos métodos represivos por parte de la burguesía.

Ante la opresión hacia el obrero y los ataques del burgués, la FEDERACIÓN DE JÓVENES COMUNISTAS DE ESPAÑA en MADRID llama a todos los estudiantes a organizarse en Asambleas con perspectiva de Clase, cuyo objetivo no sea solo concienciar al conjunto de los estudiantes para hacerles comprender la inevitable lucha de clases que estamos destinados a protagonizar, sino que además tenga como objetivo ulterior la conquista de la Vanguardia del movimiento estudiantil de cara a organizar la Revolución Socialista. Solo este puede ser el camino hacia el establecimiento del germen del futuro Poder Popular en el Estado Socialista, conformado por la unión de Asambleas de Comités Delegados de Trabajadores (centros de trabajo), Asambleas de Estudiantes y Asambleas Populares (en los barrios), donde los estudiantes tendrán un papel decisivo.

¡ESTUDIANTE, ORGANÍZATE Y LUCHA!

¡OBREROS Y ESTUDIANTES, UNIDOS Y ADELANTE¡

¡POR UN MOVIMIENTO ESTUDIANTIL DE CLASE Y COMBATIVO¡

¡POR EL FRENTE ÚNICO DEL PUEBLO! ¡POR EL SOCIALISMO!

FEDERACIÓN DE JÓVENES COMUNISTAS DE ESPAÑA en MADRID.

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